LLEVARIA DIEZ JOVENES A MI CASA Y LOS INTRODUCIRÍA EN EL MUNDO DE LOS PALOMOS DEPORTIVOS

En medio de un vocerío de veinte comensales que hablan fuerte, Paco dialoga en tono bajo, midiendo sus palabras, dejando sabias respuestas a mis preguntas y avalado por 46 años de palomista activo.

Tocamos innumerables temas de la actualidad colombófila en general y de nuestra zona y, minuto a minuto, voy armando un notable puzzle de conceptos y opiniones que son interesantísimos de conocer y que gustosamente pongo a disposición de los innumerables lectores de nuestra página web.

Se nota de inmediato que el hombre tiene un corazón enorme, “lloré toda la noche cuando perdí a Loco por Ella” o “me preocupa el tema de mi jubilación porque de mí dependen más de 20 personas, algunas trabajando conmigo desde hace 20 años, y no quisiera dejarlas sin trabajo”.

Señoras y señores, alguien digno de conocer, Paco el de La Élite.

-Paco, cómo fue tu inicio con los palomos deportivos?

Comencé con 8 años en el Club de Elche. Alrededor del edificio donde vivía en el barrio de Carrús había gente que criaba palomos y recuerdo que mi primera pareja la hice con un palomo del Parque. Ya con 18 años tenía mi trabajo como dependiente y a los 22 me puse por mi cuenta y así pude compaginar trabajo con afición.

-Si comparas aquellos años con la actualidad, ¿qué diferencias encuentras?

Las diferencias son notables: antes los concursos tenían menos palomos, los ejemplares eran menos agresivos, había palomos muy listos y con mucha cabeza y 4-5 palomos dominaban la competición. Además si por cualquier circunstancia el palomo se dejaba suelto, no pasaba nada y yo no pasaba de contar con 150 palomos por temporada.

Hoy hay más palomos en los concursos, más igualdad y más exigencia. Los palomos son más fuertes y difíciles. Yo adiestro cada año a 90 machos y tengo cerca de 300 ejemplares. Como verás las diferencias son abismales.

-Acaba de comenzar su gestión de cuatro años una nueva Junta Directiva en la FCCV, ¿qué temas debería abordar de inmediato?

Lo principal sería que no hubiese intereses creados de ningún tipo y que por currículo se eligieran las mejores palomas para los concursos y no por amistad. En cuanto al sistema de las plazas lo veo bien, aunque haría dos turnos de Comarcales para darles oportunidad a excelentes palomos que por una causa u otra no acceden a su plaza. Pienso que las plazas se tienen que vender porque eso asegura que van los mejores palomos a los diferentes concursos.

-Tienes mucha relación con palomistas santapoleros, ¿qué opinión tienes del club Virgen del Mar de Palomos Deportivos?

Tengo muchísimos amigos en Santa Pola y creo que tienen la mejor afición de la Comunidad Valenciana, una mezcla formidable de jóvenes y veteranos. El único problema que veo es que no disponen de un buen campo de vuelo, la orografía de la ciudad es muy mala, con muchos edificios, cableados y barrancos donde las picas van de una ladera a otra y eso es problemático.

-Por último Paco, ¿qué me dices de la desaparición de algunos clubes por la falta de nuevas vocaciones de palomistas?

Es otro de los temas urgentes que debe abordar la Federación Valenciana, muchos clubes están formados por gente de edad avanzada que dejan la actividad y no tienen recambio. Creo que se hace indispensable la promoción de los palomos deportivos a gran escala en los colegios públicos, institutos y universidad. Yo me ofrezco a juntar 10-15 chiquillos, enseñarles los primeros conceptos de este deporte y todo lo que necesiten para lo más difícil que es el comienzo. Fíjate si cada uno de los palomistas de la Comunidad Valenciana asesoraran a 10-15 jóvenes, tendríamos asegurada la continuidad de nuestro deporte en las próximas décadas.

Dejamos la charla y no olvido que la Peña Élite la integran, además de nuestro entrevistado, Pedro Gallego y que tiene nada menos que 35 años de antigüedad, haciendo cierta las palabras del poeta libanés Kalil Gibrán:

“La amistad es como el vino,

mejor cuanto más añeja…”