PARA COMPETIR PREFIERO DIEZ  PALOMOS QUE CIEN

Es uno de los socios más queridos del club, el que no tiene roces con nadie, el que dialoga con todos, es cauto, medido y lleno de sentido común. Ha repartido su vida entre dos pasiones, el fútbol y los palomos deportivos. Los que le vieron con pantalón corto y camiseta de clubes de Santa Pola y Elche dicen que era “un mediocampista con exquisita técnica, gran pasador del balón y luchador incansable en el centro del campo”.

¿Cómo dosificó su amor por la pelota y los palomos? Pedro Torres, “El Chorrilo” ahora mismo nos lo cuenta.

-¿Cómo fueron tus inicios deportivos?

-Llevo 46 años de socio del Club Virgen del Mar de Palomos Deportivos y,  cuando coincidí con la mili, el fútbol y la familia, fue la época en que le dediqué menos tiempo a los palomos. Hice la mili en Cartagena y venía los fines de semana a visitar la familia y jugar al fútbol.

Pedro Torres con el equipo Juvenil del Santa Pola CF. Saludos

-¿Qué recuerdas de la época de futbolista?

-Empecé con el equipo del Cubi, luego fui a Elche al equipo de Joyería Altabix un par de años y allí fui campeón de la liga local. Con 15 años volví  Santa Pola al Atlético Santa Pola en Primera Regional y alternaba con los juveniles del Santa Pola Club de Fútbol. A los 18 años se deshizo la Unión Deportiva Santa Pola y pasamos al Santa Pola CF donde milité durante 18 años.

Pedro Torres con Vicente Brau (santapolero y jugador del Hercules en 1ª. Division)

-Dime qué entrenadores te marcaron

-Recuerdo a José Miguel Montesinos, un murciano apasionado del fútbol, Miguel Chivas y José Baile Bonmatí “El Monsa”, de los tres recibí enseñanzas excelentes para mi formación como deportista y como persona.

Torres con el Santa Pola CF

-¿Cómo te hiciste socio del club?

-Tenía palomos de otra raza en mi terraza sueltos. Vinieron del club y me llamaron la atención y uno de ellos era familia mía, Andrés Sempere Baile. Entonces me dijeron si me hacía socio me traían un par de palomos y a volar. Me trajo palomos Don José, un maestro de escuela de Guardamar. Durante años me aportó sus palomos y siempre lo recuerdo como una gran persona.

 

-Cómo te sorprendió el Estado de Alarma por el Covid 19?

-Fue de golpe, en una “charleta” en la Ermita del Calvario junto a un grupo de palomistas. Estábamos hablando de la tercera suelta del Concurso de El Miano en la que dos palomos míos encabezaban la clasificación. De inmediato paré de volar, de enseñar, nada de nada durante dos semanas. Eso sí, los atendí a diario, les daba de comer, limpiaba, etc. durante los casi tres meses de confinamiento. Ahora levantado el Estado de Alarma enseño un par de palomos de mi compadre Alfredo Moreno.

 

-¿Eres partidario de hacer muchas crías?

-No, para nada. Siempre he tenido una línea de trabajo que es disponer de pocos palomos pero bien atendidos. Para mí 8-10 palomos son muchos, siempre prefiero diez que cien.

 

-Pedro, ¿cómo calificabas la temporada 19/20 para tus palomos?

La verdad no me podía quejar. En poco más de 3 meses obtuve un jamón (Concurso del Jamón), un pavo (Concurso del Pavo) y una plaza para el Especial Santa Pola 2.020. Sigo la filosofía de que cuando gano una plaza para un Concurso Comarcal fuera de Santa Pola la suelo regalar, y si es el concurso en nuestro pueblo me la quedo.

 

-Los concursos se suspendieron cuando ibas primero, segundo y cuarto en el Concurso Homenaje a El Miano, ¿qué sentiste?

-Una gran satisfacción porque siempre es complicado ponerte líder en un concurso y si es primero y segundo, mucho más difícil. ENTRECOT, iba líder con 402 puntos, es un gabino de rojo, grande, que tiene su temporada. Es un palomo que cuando va, va y cuando no va, no va. Me lo regaló Antonio Contreras y fue tercero en el Concurso Plazas del Baix Vinalopó. E 20, que acumulaba 394 puntos, es un borrado muy regular, muy serio y siempre va a la paloma. EL FLORIDO, quien acabó con 374 unidades, es un moscado tinto, joven de 2-3 años, tiene buenos detalles y enorme margen de mejora en los próximos años.

Florido

Entrecot

E 20

-¿Dispones de algún otro palomo con futuro?

Sí, EL LOQUILLO, un pinto hermano de El Florido, fue 15º en el Concurso Baix Vinalopó. Es muy serio con la paloma, muy rápida y está siempre encina de ella.

 

-Con tus años de experiencia en este mundillo, ¿cómo calificas el ayer y hoy en la colombicultura?

-En los concursos de antaño había menos palomos, las picas eran de 50-60 aves, se disputaban menos sueltas, se enseñaba bien en terrazas y un palomo destacaba durante mucho tiempo.

En el escenario actual hay muchos más palomos, las picas llegan y a veces pasan los cien ejemplares, hay mucha igualdad y los palomos son verdaderos atletas.

 

-¿Cómo analizas la puntuación de los concursos y la venta de ejemplares?

-Las puntuaciones las veo bien porque al haber más concursos hay más palomos clasificados. Es un reconocimiento a tanto esfuerzo y trabajo de los palomistas. En cuanto a la venta debemos reconocer que el dinero cambia todo y si hay una buena cantidad por un palomo se acepta o no.

 

-Por último, ¿cuál es tu opinión del club tras más de más de cinco décadas de actividad interrumpida?

-Nuestro club tiene mucha vida y es muy respetado por todos los que lo conocen. En pocos lugares se juntan 25-30 personas por día en la sede de Calle Prudencia a intercambiar opiniones y hablar de nuestra pasión que son los palomos deportivos. Los socios son muy generosos y tienen una empatía muy desarrollada. Si no hay rebrote la próxima temporada 20/21 se desarrollará sin problemas, pero si reaparece el bicho pasaremos otra temporada en blanco.