¿D E P O R T I S T A S?

Quien no quiere razonar es un fanático, quien no sabe razonar es un tonto y quien no se atreve a razonar es un esclavo.

William Henry

Concurso Intercomarcal Santa Pola 2014. Primera suelta: 95 palomos con paloma válida, séptima suelta –final- 55 palomos con paloma válida. El Intercomarcal santapolero otorgaba 15 plazas para el Campeonato Regional de Daya Nueva, 7 plazas para la Copa Comunidad y una plaza para el Campeón del Día (Regional). ¿Qué ocurrió entre el sábado 8 de febrero (primera suelta) y la final del sábado 1º de marzo? ¿Por qué desaparecieron 40 palomos de la competición? Muy sencillo: varios colombaires decidieron no participar por decisión propia. Posiblemente por no tener posibilidades de clasificar sus palomos o vaya a saber por qué, pero la suelta dejó una pobre imagen de lo que debe ser una auténtica final de un Concurso Intercomarcal.

El diccionario de la Real Academia Española ESPASA define como deportista a la “persona aficionada a los deportes o entendida en ella” y deporte “a la recreación, pasatiempo, placer, diversión o ejercicio físico cuya práctica supone entrenamiento y sujeción a normas”. Voy más allá y releo el término competencia: “Oposición o rivalidad entre dos o más personas que aspiran a obtener la misma cosa”. A muchos colombaires y aficionados les quedó un regusto amargo tras aquella jornada, precisamente a los que tenían pocas o ninguna chance de clasificar algún palomo de su propiedad a los campeonatos antes nombrados, pero que así mismo compitieron hasta la última jornada. Es más, ellos cumplieron con los dos objetivos fundamentales de nuestro deporte autóctono valenciano: entrenar a sus palomos como lo hacen habitualmente y obedecer las normas de la competición aunque, paradójicamente, fueron los grandes damnificados de una suelta que no tuvo color por la decisión de algunos de sus colegas.

Los Estatutos y el Reglamento de Competición de la Federación de Colombicultura de la Comunidad Valenciana rayan a la perfección, no hay situación que no esté contemplada entre la totalidad de sus articulados. Por eso siempre afirmo que el reglamento no se interpreta, el reglamento se aplica. Y es verdad que siempre se puede mejorar con el aporte de toda la familia colombaire, lo que no se puede hacer es desobedecer lo que está aprobado y vigente.

En el Estatuto de la FCCV, Libro IV art. 20 (puntos b y c) se expresan como obligaciones básicas de Deportistas, Árbitros-jueces e Inspectores Federados, “someterse al régimen deportivo y disciplinario de la FCCV y cumplir los presentes Estatutos y Reglamentos de los diferentes Comités Técnicos adscritos a la FCCV”. El Reglamento de Competición, Título II de las Competiciones Deportivas, artículo 7, Retirada del Campeonato, manifiesta  que “todo palomo inscrito en un campeonato y una vez comenzado, no podrá ser retirado del mismo salvo en caso de enfermedad, lesión o accidente que desaconseje su continuación en la prueba y siempre previa autorización del Equipo Arbitral, quien hará constar la causa en el acta. Las anteriores circunstancias deberán ser acreditadas mediante la aportación al Delegado Federativo o al Equipo Arbitral  del correspondiente Certificado Oficial Veterinario, en el que se especifique claramente el motivo concreto por el que se certifica que el palomo no reúne las condiciones físicas necesarias para continuar en la competición”.

Debido a mi profesión tengo una amplia experiencia en el tema de los reglamentos deportivos, además soy árbitro de fútbol, baloncesto, atletismo y deportes náuticos (falucho alicantino). El reglamento de los palomos deportivos debe ser aplicado por los árbitros en todo momento y creo que estas anomalías que describo no fueron reflejadas en toda su dimensión. Podemos estar de acuerdo o no con decisiones arbitrales, nos puede gustar más un árbitro que otro, podemos ensalzar sus aciertos y criticar sus errores, pero lo que no podemos hacer es tomar decisiones personales por encima del reglamento.

Si un colombaire se inscribe a un concurso se entiende que competirá desde la primera a la última suelta, de lo contrario todo sería un caos y saldrían muy mal parados los estamentos implicados en la competición (federación, clubes, delegados, árbitros, etc.) y, fundamentalmente, los deportistas que cumplen con las reglas establecidas.

Sería interesante que estas acciones que ocurren más a menudo de lo que creemos, fuesen analizadas, evaluadas y modificadas por la Comisión Delegada de la Asamblea General, entre cuyas funciones está la de “aprobar provisional y/o eventual modificación de los reglamentos de los diferentes Comités Técnicos adscritos a la FCCV, previos a su elevación a la Asamblea General.

Es necesario que se trate en profundidad este tema y se tomen las decisiones correspondientes a este problemático asunto. Sería un paso adelante en la mejora de los innumerables campeonatos que se desarrollan a lo largo y ancho de las provincias de Castellón, Valencia y Alicante y un llamado de atención para aquellos que interpretan el reglamento a su conveniencia. Ser deportista es algo grande, es ser un ejemplo, es querer mejorar día a día, es perfeccionarse y superarse como ser humano y es jugar limpio ante cualquier situación, favorable o desfavorable.

José Alberto Álvarez Rodríguez

Prensa Club Virgen del Mar de Palomos Deportivos

Santa Pola