EL ABUELO Y EL NIETO PALOMISTAS

La pandemia producida por el Covid 19 ha modificado muchos hábitos de los humanos, entre ellos los palomistas. Unos se han dedicado a la cría, otros han disminuido los vuelos de entrenamientos y, muchos de ellos, han reflotado el palomo de raza buchón español, esos pocos ejemplares que aún tienen su sitio con los palomos de pica.

Para ubicar a los lectores conviene definir tres tipos de palomos deportivos por sus características:

El Palomo de Pica nace del cruce de buchón, mensajero y palomo salvaje, tiene celo, resistencia al vuelo e inteligencia para el cortejo. Una pica de 90-95 palomos va detrás de la paloma tratando de conquistarla y estar el mayor tiempo posible con ella durante un tiempo determinado.

El Palomo Mensajero posee una gran resistencia. Se sueltan ejemplares desde lugares remotos y gana el que llega primero a su palomar.

El Palomo Buchón provoca la atención de la paloma con el palmeteo de alas, la coteja en vuelo para que la hembra lo siga a su palomar, donde desarrollará variadas estrategias para que la dama entre al palomar a procrear.

 

EL NIÑO PALOMISTA

Juan Miguel Ato Brau, con sólo 7 años tuvo su primera pareja de buchones. “Le pedí a mis padres que no quería ningún regalo para Navidad y Reyes, pero para mi cumpleaños del 8 de enero exigí un palomar y una pareja de buchones. Mi abuelo Antonio Silvestre Brau Sánchez que residía en Marsella (Francia), localizó un amigo y le pidió una pareja de la raza  laudino y a partir de ahí empecé a criar.

Juan Miguel Ato

LOS INICIOS

Tenía un vecino llamado Bernardino Araceli y él fue quien me inició en la colombicultura. Los domingos de mañana le decía a mis padres que iba a catecismo y me escapaba a su terraza. Esto se descubrió cuando fueron a buscarme a la iglesia y no me encontraron. Con mi primer trabajo a los 17 años en el Pola Park como mecánico de mantenimiento, logré mis primeros ahorros, me hice socio del Club Virgen del Mar de Palomos Deportivos y comencé a volar palomos con Andrés Esclapez.

 

EL NIÑO Y SU TRAYECTORIA

Mi primer palomo fue BOB ESPONJA, un bayo pichino hijo del MAGO, del Pinche. Empezó a destacar en sueltas libres los sábados y domingos por la mañana. El palomo aún hoy vive, tiene unos 13-14 años y voy a tratarlo con un profesional veterinario para obtener descendientes. En el año 1.997 me deshice de los palomos buchones por no poder atenderlos. Retomé la actividad cuando la Peña La Escata (Fermín Martínez y Andrés Esclapez) me cedió 5-6 palomos, a los que yo los pelechaba, preparaba y competía hasta el año 2.006/07, fecha que dejé los palomos por motivos laborales.

 

EL ABUELO PALOMISTA

En el verano del año 2.005 fui a Marsella a casa de mi abuelo y estuve 15 días encerrado en su palomar contemplando la morfología de esas aves que nunca había visto: roseta en los ojos, carántulas en la nariz, la verruguita debajo del pico, la rosa del entorno de los ojos, la caída de las alas, las partas cortas, el buche con forma de perita, la pigmentación del ojo, etc. Eso era diferente a todo lo que yo había visto antes.

El abuelo palomista. Antonio Silvestre Juan Sanchez

OH, LA FRANCE…..!!!

Corría el año 2.001 cuando se realizó el Campeonato Mundial de Ornitología en IFA, Torrellano y acompañando a mi abuelo surgió la idea de localizar la base de sus palomos buchones. Cuatro años más tarde, en el 2.005, él localizó la primera pareja de buchón balear, la base con la que trabajaba en Orán, en el Puerto de la Santa Cruz.

Fuentes del saber para palomistas

 

EL OCASO Y EL RESURGIR DEL PALOMO BUCHÓN

En el 2.016 quedé con solo dos ejemplares machos y una hembra azula que se escapó del palomar. La recogió un señor, se la entregó a Francisco Fuentes “El Cañaño” quien me la restituyó. La llevé a casa y empezó a perder condiciones. La veterinaria detectó un envenenamiento y le hicieron una transmisión de sangre. El tratamiento le afectó la reproducción y murió de vieja. Hace 5 meses, el buen amigo Juan Carlos Martínez Bernabéu “El Pavo”, a través de un contacto con el presidente del Club Buchones Baleares de Mallorca, me obsequió con un ejemplar hembra de buchón balear. Con ella logré mi primera postura para continuar con la extirpe de mi abuelo.

Juan Miguel con su palomo buchon

EL MENSAJE FINAL

Mi intención es aportar a todos los palomistas y aficionados que quieran involucrarse en esta raza, con el deseo que no se pierdan las raíces de donde proviene el palomo deportivo. Sería interesante que al finalizar las temporadas de concursos (fin de junio), los palomistas que posean ejemplares de palomos buchones, aprovechen las características para lo que fueron creados y al mismo tiempo puedan transmitir afecto a las hembras de sus palomares, utilizarlos en la preparación del palomo deportivo, evitar pérdidas y mantener el campo de vuelo de nuestro pueblo limpio de palomos silvestres o perdidos.

Juan Miguel Ato Brau en la sede del Club Virgen del Mar